La pediculosis (infestación de la piel por piojos) afecta entre el 5% y el 15% de la población de edad escolar, especialmente en las niñas y con mayor incidencia en el mes de septiembre.
Es importante evitar mitos acerca de los piojos ya que aparecen independientemente de la longitud del cabello, el nivel socio-económico, la edad o el sexo. Además, los piojos solo viven en el cabello de las personas, por lo que los animales no pueden trasmitírnoslos.
La hembra deposita las liendres en raíz del cabello, las cuales eclosionan al cabo de 5 o 10 días, y sus crías maduran en unas 2 semanas.
Estos bichitos suelen vivir entre 35 y 40 días, pero su gran capacidad de reproducción hacen que ese molesto picor sea interminable.
Los piojos suelen alojarse detrás de las orejas y en la nuca. Para detectarlos debe realizarse un minucioso peinado, con el cabello húmedo, con la ayuda de un peine cuyas púas estén muy juntas entre sí. Estos peines suelen conocerse como liendreras.
Se debe utilizar una potente luz y colocar una toalla de color blanco para poder verlos mejor. El piojo se distingue porque se agarra al pelo, mientras que las liendres parecen caspa, muy cerca del cuero cabelludo y están sujetas al pelo cerca de la raíz.
Los tratamientos antipiojos deben tratar solamente las infestaciones activas, es decir, cuando hayan piojos adultos.
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