viernes, 12 de febrero de 2016
Virus Zika, ¿qué es y cómo se trasmite?
El virus Zika es un virus emergente trasmitido por mosquitos del género "Flavivirus Aedes" (habitualmente pican por la mañana y al atardecer o anochecer).
Se detectó por primera vez en macacos de la India, en Uganda, en el año 1947.
En el año 1952 se detectó en el ser humano, en Uganda y en la República Unida de Tanzania. También se han registrado brotes de enfermedades causadas por este virus en el Pacífico, África, América y Asia.
El periodo de incubación del virus Zika (entre la exposición y la aparición de los síntomas) no está claro, pero es de pocos días. Sus síntomas son muy parecidos a los de otras infecciones por arbovirus, mialgias, artralgias, conjuntivitis, cefaleas y malestar, los cuales suelen durar de 2 a 7 días.
En Brasil, las autoridades sanitarias han observado un gran aumento de infecciones por el virus Zika y un aumento de recién nacidos con microcefalia en la zona nordeste del país. En los brotes que se están investigando encuentran cada vez más relación entre entre la microcefalia y el virus Zika, aun así se están investigando otras causas posibles.
Este virus se trasmite a los humanos a través de la picadura de mosquitos del género "Aedes" infectados, el cual también trasmite la fiebre amarilla, el dengue y la fiebre chikungunya.
El virus se diagnostica mediante PCR (por una reacción en cadena de la polimerasa) y aislamiento en las muestras de sangre. Su diagnostico serológico puede resultar difícil, además el virus puede tener reacciones cruzadas con otros flavivirus como los del dengue, de la fiebre amarilla o del Nilo Occidental.
La enfermedad por el virus Zika es, generalmente, leve y no necesita un tratamiento específico. No hay vacuna para él.
Las personas infectadas por el virus deben estar en reposo, beber líquidos y tomar analgésicos para el dolor, pero si sus síntomas empeoran se debe consultar al médico.
Es muy importante saber cómo prevenirlo. Es muy importante reducir el número de mosquitos mediante la reducción de sus fuentes de cría e intentar que los mosquitos no entren en contacto con nosotros, para ello se pueden utilizar repelentes de insectos, las ropas deben ser preferiblemente de colores blancos y que cubran el cuerpo todo lo posible, y el uso de barreras físicas como mosquiteras o el cierre de puertas y ventanas para que no entren en casa.
También es muy importante limpiar o vaciar aquellos objetos (macetas, cubos...) que puedan acumular agua, para eliminar así sus zonas de cría.
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