Retomar el ejercicio tras el verano

Hoy en Farmacia y Ortopedia Moré vamos a dedicar este post a aquellos que han decidido no sólo tomarse unas vacaciones laborales o de la vida estudiantil, si no que además han dejado de lado el ejercicio este verano.

Y es que ahora que nos hemos acostumbrado a no hacer nuestra rutina de ejercicios puede ser muy difícil volver a ello, sin contar que en estos meses nuestro avance físico es posible que se haya visto retrocedido.

Un factor que tenemos que tener en cuenta es que nuestro cuerpo ya no está igual de adaptado que cuando manteníamos nuestra actividad física, por lo tanto no debemos volver a empezar con un ritmo similar al que teníamos, si no que hay que volver a empezar progresivamente para que nuestro cuerpo se vaya readaptando de nuevo, de este modo evitaremos lesiones.

Al volver es bueno armar un plan de ejercicio, estableciendo días, horas y hasta los propios ejercicios que vas a realizar.

Por último, nuestro cuerpo a veces nos transmite sus propias limitaciones, sobre todo si el ejercicio ha estado ausente durante mucho tiempo, lo mejor es empezar suave e ir viendo dónde están ahora nuestros límites, aunque sean inferiores a los que teníamos antes no hay que tener prisa, con dedicación podremos recuperar nuestra forma.

¿Ducha de agua fría o agua caliente?

Muchos de vosotros quizás no os veis capaces de ducharse con agua fría y aunque sea verano, vuestra elección es hacerlo con agua caliente. Pues hoy desde el blog de Farmacia y Ortopedia Moré queremos contaros algunas de las ventajas de las duchas de agua fría, ya que sus beneficios superan con creces lo que nos pueda beneficiar una ducha de agua caliente. Eso sí, no podemos olvidar que las duchas de agua fría no están recomendadas para todo el mundo.

Como todos sabemos, en los centros SPA suelen utilizar técnicas de agua fría para sus circuitos. Esto se debe a que el agua fría beneficia la circulación sanguínea, cosa que desemboca en una mejora en la textura de la piel.

En cuanto a nuestros músculos, los deportistas recomiendan ducharse con agua fría, ya que tras el ejercicio el agua fría relaja la tensión sufrida por nuestros músculos.

Otro aspecto muy importante es que beneficia el estado de nuestro cabello. Al ducharnos con agua caliente se abren nuestros poros y nos termina quedando el cabello graso, pero al contrario, si nos duchamos con agua fría ademas de ser un método natural de eliminar la caspa, el cabello se queda seco y más brillante. Si no sois capaces de aguantar el agua fría, un truco puede ser que el último enjuague de la cabeza sea con agua fría, aunque el resto no, de esta forma conseguiremos ese toque que nos da el agua fría.

Las duchas de agua fría nos pueden aliviar tras haber sufrido de estar de pié muchas horas o tras una agitada jornada laboral, con sólo sumergir las piernas podremos reactivar la circulación y contraer la inflamación.

También debemos saber que no todo son ventajas, ya que existen personas para las cuales no se recomiendan los baños de agua fría como quienes padecen hipertiroidismo, afecciones cardíacas o problemas de insomnio ya que estas duchas estimulan el sistema nervioso.

A la hora de bañarnos con agua fría debemos hacer que el cambio de temperatura sea progresivo para no provocar un estrés demasiado brusco para el cuerpo.

La natación es buena para recuperarse

En Farmacia y Ortopedia Moré sabemos que los beneficios de la natación son muy numerosos, y de entre ellos la espalda y las piernas pueden salir muy beneficiadas, pero sólo si se nada bien. En caso contrario puede ser incluso perjudicial.

Cuando un deportista se lesiona, habitualmente se recomienda la natación ya que ejercita todo el cuerpo y que previene el dolor de espalda. Y es bastante cierto, pero tiene excepciones.

La natación suele ser un ejercicio aeróbico si se sabe practicar bien, aunque puede ser un poco anaeróbico si no sabemos respirar a la vez que nadamos, por lo tanto, no siempre es un ejercicio “fácil”.

Si cometemos el error de ir con la cabeza fuera para facilitar la respiración, forzamos tanto la columna cervical como la lumbar y el ejercicio deja de ser tan bueno para la espalda como recomiendan. Lo mismo ocurre si nos dedicamos a hacer braza y no nos zambullimos. Y la braza tiene otro problema: la patada fuerza la cara interna de las rodillas y, por lo tanto, está contraindicada para los deportistas que sufran de tendinitis de la pata de ganso.

Para terminar, quizá el estilo espalda es el más fácil de nadar pero requiere de una movilidad excelente de hombros. Si sufres cualquier dolor o limitación en el movimiento de los hombros, para nadar espalda tendrás que contorsionarte y acabarás molestando a tus queridas lumbares.

En conclusión, nada tanto como quieras pero nada bien. Aprovecha el verano para recibir consejos de algún entrenador o compañero que sepa más que tú. Y si quieres un consejo personal, cómprate un tubo de los frontales para respirar y así no tendrás que sacar la cabeza cuando nades en crol. Toda tu espalda te lo agradecerá y las piernas descansarán un poco de tanto correr.