Hoy en Farmacia Moré os vamos a mostrar algo muy útil de cara a la prevención de infecciones y sobre todo su transmisión.
Se trata de cómo se transmiten las infecciones, ya que la mejor forma de prevenir su transmisión es conocer qué la causa, y así poder evitar esta situación.
En primer lugar, debemos saber que para que se produzca la transmisión de una infección hacen falta tres elementos, la fuente infecciosa, un huésped y una vía de transmisión.
Como deducimos, la fuente de infección es el origen de ésta, y este origen puede estar en el propio paciente, en el personal sanitario, en el material, en el ambiente, en los animales e incluso en la flora.
En cuanto a los huéspedes, cabe la posibilidad de que haya personas inmunes a algunos tipos de infección, pero si que la pueden transmitir a otras personas que no sean inmunes y por lo tanto desarrollen la enfermedad.
Generalmente hay 5 formas por las que se pueden transmitir las infecciones:
Por un lado, tenemos el contacto tanto directo como indirecto. Esto puede deberse por ejemplo en el hecho de trasladar al paciente y tener que moverlo, tocarlo, asearlo, etc. Si una persona entra en contacto con algún elemento contaminado de infección es posible que la contraiga, pudiendo desarrollarla o/y transmitirla.
También cabe la posibilidad de que se transmita con un simple estornudo, o alguna gota de saliva en el habla. Por ello, en pacientes con un alto grado de contagio se recomienda estar a cierta distancia y tomar medidas.
El aire también puede ser una vía, ya que si la propia saliva se evapora puede ser respirada mediante otro individuo, o pueden existir bacterias infecciosas en el polvo o microorganismos que flotan por el aire.
El uso de elementos comunes como una cama, comida, agua, platos, equipamiento, etc. también puede suponer una fuente de infección ya que si ha entrado en contacto con ésta podría transmitirla.
Por último, hay que prestar especial atención a insectos como mosquitos, ya que también son capaces de transmitir infecciones.