Correción de miopía sin laser

En farmacia Moré sabemos que muchos de vosotros sabéis que la miopía se puede operar con láser, pero lo que quizás no sabéis es que existe otra alternativa más duradera que es muy recomendada y efectiva para este tipo de problema.

Hoy en día muchas personas padecen con miopía. La  miopía consiste en una alteración refractaria del ojo que provoca que no podamos enfocar las cosas a lo lejos. Las personas miopes suelen tener una muy buena visión de cerca, en ocasiones más de lo habitual. Pero en función del grado de miopía que padezcan a medida que se alejan los objetos se vuelven borrosos.

Una persona miope leve puede ser que sólo tenga problemas para ver la televisión o conducir, sin embargo escribir en papel o usar un teléfono no es un problema. Otras sin embargo, no son capaces de usar su smartphone sin gafas y sin tener que pegárselo demasiado a la cara para poderlo leer.

Lo que es muy popular es quitarse la miopía mediante láser, es decir, el laser elimina el exceso de cristalino que hace que los objetos no se enfoquen correctamente. Pero existe además otro método sin láser, la implantación de lente intraocular.

Esta cirugía suele estar recomendada a pacientes con demasiadas dioptrías o pacientes cuya dureza del propio cristalino no sea la adecuada o entrañe riesgo, no sólo para la propia operación, si no que haya incluso posibilidad de que la  operación salga bien pero provoque otro problema a la larga.

La implantación de la lente intraocular consiste en introducir dentro del ojo algo parecido a una lentilla, pero de un material que puede estar ahí años e incluso toda la vida.

Hay algunas lentes diseñadas para ponerla delante del iris (algo que se puede llegar a ver) y hay otras lentes que se colocan entre el iris y la pupila.

La operación no entraña un riesgo muy alto, básicamente consiste en que mediante una especie de tubo en el que va la lente enrollada te lo "inyectan" en el lugar adecuado, y luego te la colocan correctamente y lo sellan para que no se vaya a mover.

Tras esta cirugía, el post operatorio es mucho más fácil que la intervención por láser, ya que ésta acarréa unas pequeñas molestias cuando cierras los párpados y mueves los ojos durante unos días, y la cirugía con lente intraocular no tiene prácticamente ninguna molestia.

Durante 2 o 3 días las pocas molestias que sufres es una mayor sensibilidad a las luces, pero prácticamente en ese tiempo ya observas que tu vista ha mejorado considerablemente y puedes ver al fin sin necesidad de gafas.